El uso del archivo en la preservación de la memoria
Desde hace años, el concepto de archivo encuentra un vasto campo de resonancia en el arte contemporáneo, penetrando fuertemente en las prácticas artísticas y en el coleccionismo museográfico. Ya en la década de 1970, dentro de la llamada “revolución del documento”, diversos historiadores y filósofos empezaron a considerar que el archivo no sólo era un lugar físico, sino también una herramienta para organizar enunciados. Los artistas contemporáneos recurren a los archivos como fuentes primordiales para la creación de poéticas que se contraponen a los relatos establecidos, interpelando y provocando desajustes en sus tramas, y llegando a revestirse de un sentido eminentemente utópico, en tanto inciden en la escritura de narrativas en discordancia.
La noción de archivo como “edición” de la historia es esencial para comprender el conjunto de propuestas que se despliegan en la exhibición Copia fiel de Rubén Américo Liggera. La historia es siempre el resultado de un determinado montaje de textos e imágenes que configuran un relato visible y oficializado, que acalla otros relatos posibles y alternos, y que se apuntala sobre una serie de silenciamientos y omisiones.
Copia fiel se estructura a partir de la apropiación, manipulación y exhibición de cuarenta y seis folios, copias correspondientes a los legajos incluidos en el Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires DIPPBA, actualmente en poder de la Comisión Provincial de la Memoria, y que le fueran remitidos al artista por esta Comisión en respuesta a una solicitud expresa del mismo. Los folios en cuestión son presentados en su totalidad en una caja-archivo que se dispone sobre una mesa, para que puedan ser revisados y mirados por el público. En una suerte de reversión de la lógica de pesquisa policíaca, un video-texto acompaña la caja, informando acerca de la historia y la composición de los archivos de la DIPPBA. En la pared, frente a la mesa, se expone una serie de siete folios enmarcados, que nos confrontan, en el ordenamiento de una secuencia autobiográfica, con la visibilización de la violencia con la que la última y más sangrienta dictadura en Argentina ejecutó la represión de la vida social y política democrática, y el avasallamiento de los cuerpos y los discursos de disidencia.
Un segundo núcleo narrativo está constituido por un conjunto de piezas textiles. Sobre la entrada a la galería, a modo de sudario, cuelga un lienzo blanco, donde han sido inscriptos los nombres de los detenidos-desaparecidos de la ciudad de Junín. Dentro, otros tres paños, en este caso negros, llevan bordados en hilo negro las palabras capucha, mordaza y venda. Esta serie diagrama su espesor crítico no en la mostración, sino en el enunciado de las prendas textiles que evocan la tortura y la desaparición a manos del terrorismo de estado. El negro sobre negro de estos paños refuerza la noción de una realidad siniestra y soterrada.
Por último, el tránsito de Liggera como detenido, torturado y reaparecido, se alude en un video en el que el propio artista permanece sentado en sombras para luego emerger a la luz.
Mostrar el archivo de la DIPPBA, en el caso de Liggera, es compartir su experiencia personal de un horror colectivo, el perpetrado por el Proceso de Reorganización Nacional, a partir del quiebre del orden democrático en 1976. Mostrar y compartir son formas de instalar el pasado en el presente, necesario ejercicio de actualización y preservación de una memoria que debe permanecer insepulta. Copia fiel demuestra que la utilización del archivo como práctica artística no tiene que ver únicamente con la exhumación del pasado, sino con la comprensión crítica del presente y, sobre todo, con la posibilidad de construcción de un futuro en resistencia frente a los embates del neoliberalismo y sus relatos de enmascaramiento y olvido.
La muestra “Copia fiel” de Rubén Liggera recuerda la violencia de la dictadura
Acciones de memoria, Hotel Dadá Editor, Junín, 65 Págs., 2023: con idea e investigación de Silvio De Gracia y con concepto y diseño de Ana Montenegro, el 24 de marzo se presentó en la Galería Hotel Dadá Acciones de memoria, un nuevo libro del poeta y artista visual Rubén Liggera, como parte de la muestra Copia Fiel.
En la primera parte, “Memoria, cuerpo y poesía”, se aborda la relevancia actual de un libro olvidado de Liggera, publicado en 1973 y hoy casi inexistente, La fuente de los deseos o las patas en la fuente. Poesía urgente.
Sobre el particular afirma De Gracia: “…el poemario sorprende por su doble potencialidad insurreccional: por un lado, por una contundencia discursiva que reivindica las manifestaciones de un yo militante y revolucionario; por el otro, por el ejercicio de una visualidad experimental que intenta expandir los significados por encima de las limitaciones de la expresión verbal”.
Luego, en el siguiente apartado, “Poesía-archivo: ejercicio poético como preservación de la memoria”(2023), se trata de “poesía escrita con el cuerpo”, según expresa con justeza el antologista: “En la estrategia de descalce de estos documentos [de la DIPPBA]y su reconversión en materia poética, se nos confronta, desde la encarnadura autobiográfica, con la visibilización de la violencia con la que la dictadura ejecutó la represión de la vida social y política democrática, y el avasallamiento de los cuerpos y los discursos de disidencia. Esta poesía concebida desde la reutilización del archivo reabre la línea discursiva que el poeta iniciara con La fuente de los deseos o las patas en la fuente; reedita el gesto político y la resistencia que le permite nombrar el horror y redimirse de la sofocación traumática de la palabra. Se trata, paradójicamente, de poemas que el poeta no ha escrito de propia mano, sino que se ha activado desde una dimensión perfomática”.
Finalmente, “Acción visual”, recopila algunos poemas visuales de aquél mítico libro de 1973 y de folios pertenecientes a los legajos incluidos en los archivos de la DIPPBA (Dirección de Investigación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) que estuvieron expuestos a disposición del público para su conocimiento. Se trata de libros únicos y personalizados, porque además de contener un trabajo original de Liggera, los ejemplares han sido numerados y firmados por el autor.